Cada negocio es un mundo y una visión concreta de la persona que lo emprende. Esa visión debería estar planificada y existen muchos recursos que ayudan a esa planificación.

La planificación se basa en una serie de relaciones concretas entre las partes de un plan. El Plan de Negocios común incluye estas partes:

• La definición del negocio
• Estudio de Mercado; las razones por las que se puede esperar que prospere una definición del negocio como la expuesta en el apartado anterior
• Estudio Técnico; que recoge las necesidades físicas y relacionales para el negocio: activos, maquinaria, locales, etc.; y también recursos humanos, talento, proveedores; no sólo de activos sino de consulta legal, fiscal, financiera, etc.
• La Organización del Negocio; que describe como se relacionan todas las necesidades descritas en lo anterior
• Estudio Económico – Financiero; incluyendo un Plan Económico y una forma de Evaluación Financiera; que dejará claro cómo se paga toda esa organización y, sobre todo, cómo se gana dinero con ella.

Montando tu Negocio nació en 2012 como proveedor de consultoría sobre ese Estudio Técnico y como plataforma de profesionales que ofrecen esos recursos físicos y relacionales.

Hemos ayudado a un buen número de emprendedores a arrancar y muchos continúan con su aventura. Hemos proporcionado un margen de seguridad que no llega al 100% (ya nos gustaría); pero sí que se aleja de las cifras aterradoras que se han convertido en noticia en los últimos tiempos.

Plan Vs Modelo

Realmente, en todos estos años hemos visto pasar muchos planes. Nosotros insistimos en que existe una diferencia entre un Plan y un Modelo de Negocio.

El Modelo es preexistente y para todos el mismo. Cambia (evoluciona) con el entorno y con el grado de prueba/error de los numerosos intentos; a través de los numerosos Planes.

Porque el Plan es personal e intransferible. Corresponde a la visión individual del emprendedor y a la posible vuelta de tuerca que aún se le puede dar al modelo.

Sin embargo, nunca hemos oído de un emprendedor que haya variado su Plan. Que haya modificado sus Gestión de Activos o la Organización de su negocio sí… muchos. Pero nunca a través de la modificación del Plan original. Y mucho menos por escrito.

En este sentido, salta la duda: de esta manera, ¿para qué sirve un Plan?

Un Plan es un conjunto de relaciones basado en el Modelo (que se puede descargar de internet). El invento del emprendedor es ese especial conjunto de relaciones. No otra cosa.

Por poner un ejemplo, esas relaciones (si están bien establecidas) pueden ayudar a prever los cambios que se producirán en el Plan Económico – Financiero en el caso de que no se pueda conseguir uno de los recursos descritos en el Estudio Técnico; o, a nivel Organización, deba ser sustituido por alguna otra alternativa.

Esa es realmente la utilidad del Plan. Podríamos hablar de una actualización. Las empresas que franquician su negocio (de verdad… no los sucedáneos) se dedican en cuerpo y alma a eso. Dedican a esa actualización constante la mayor parte de sus recursos porque saben que su marca seguirá siendo viable si sus franquiciados presentan un aspecto “juvenil”. En esto, quedarse “decrépito” es cuestión de horas.

¿Que proponemos aquí?

En esta serie pretendemos arrojar un poco de luz sobre uno de los elementos que suponen la mayor parte de la inversión en un negocio; tanto en su implantación como en los gastos fijos que se producen en el día a día: el local comercial.

Esto lo vamos a hacer en esa doble vía:

• Por un lado, establecer las condiciones que impone el Plan de Negocio sobre el local comercial
• Por otro lado, establecer las relaciones que modifican el Plan de Negocio en el caso (bastante común) de que el local comercial “ideal” no exista en el mercado real o se escape de nuestras posibilidades

Establecer esas condiciones significa traducirlas a variables físicas: medibles; y comparar con ellas los locales existentes en el mercado inmobiliario en cada momento. Estas variables físicas pueden ser longitudes, perímetros, alturas, superficies, número de huecos o de fachadas; proporciones entre fachada ciega y acristalada, valores de presupuesto de obra…

Y significa traducirlas desde el Plan concreto (aunque echamos mano de las establecidas desde el Modelo de Negocio). Partiendo del análisis del Plan, siempre podemos encuadrar ese negocio en alguna de estas categorías:

• Negocios cuyos procesos pueden adaptarse a cualquier local que cumpla una serie de condiciones básicas: superficie y altura suficiente, cumplimiento de normativa y permisos
• Negocios cuyos procesos pueden verse beneficiados por un local que aporte una serie de condiciones especiales: visibilidad, posicionamiento y usabilidad.
• Negocios de los anteriores en los que, además, la reforma necesaria sea uno de los principales gastos de implantación (por encima del 50% de la inversión inicial)

Hablamos de Procesos… sigue leyendo.