Las Apps móviles como ejemplo
Lus gurús hablaron allá por la llegada del iPhone; y conviertieron con sus palabras a las aplicaciones móviles en la nueva “fiebre del oro”. Los programadores no daban abasto a la hora de intentar contentar a la demanda.
Sin embargo, mucho decayó y la tal “fiebre” devino en “becerro”; de oro, sí… pero construido con el oro que ya teníamos y que tanto trabajo nos costó juntar; y, sobre todo, arrastrar hasta aquí a través del desierto.
Tanto es así que ciertos estudios ridiculizan con un 0,01% el total de aplicaciones móviles que serán económicamente viables (por sí mismas; previo pago por uso del ordenante que se la descarga) en el horizonte de 2018.
Esto es así… y se apuntan varias causas.
Por un lado, la aparición de centenares de aplicaciones gratuitas que vienen cubriendo las necesidades de otras de pago. Es lógico porque tales necesidades tampoco son tantas y las apps que pululan por los “market” se triplican (nada menos) año a año. Aplicaciones que se comenzaron a desarrollar hace un par de años acaban en manos de alguna empresa que las lanza dentro de su estrategia de marketing; de manera gratuita y para sus clientes.
Esto provoca, además, que los usuarios de las aplicaciones de pago sean cada vez más y más exigentes. WhatsApp “cuesta” 0,89€ al año… Es muy difícil que una aplicación nueva pueda salir al mecado “premium” y cumpla con las espectativas de los usuarios. Su precio sería enormemente elevado.
Como también debe ser enormemente elevado el precio que se paga por las aplicaciones “gratuitas” que las marcas ponen a nuestra disposición para escuchar “su” música o interactuar con “sus” noticias, novedades, contenidos y, sobre todo, “sus” campañas publicitarias.
Durante ese tiempo (ese horizonte de 2018) las estrategias de marca se van a centrar en el “Impacto en Móviles”. Pero lo harán aprovechando el enorme potencial que tienen las redes sociales, su enorme bolsa de posibles usuarios y la capacidad que el móvil tiene para ofrecer segmentaciones “estratégicas” en ese sentido.
Las herramientas de márketing digital crearán un contexto más igualitario para empresas de todos los tamaños.
Las herramientas para gestionar y medir audiencias y todas las herramientas nuevas de segmentación en movilidad; antes exclusivas de las grandes marcas, ahora están al alcance de la pequeña empresa, mucho más ágil y despierta. De la mano de esta pequeña empresa se verá una evolución enorme en lo que conocemos como “estrategias comerciales”.