“Hello World”: el susto.

Suele ser algo de lo que primero se aprende en informática. Una cosa son los contenidos y otra muy distinta la manera en que se presentan esos contenidos en la pantalla del usuario. Ahora, cada vez más, se tiene en cuenta a ese usuario (si está logueado o no, si es un visitante, si viene de alguna campaña publicitaria, si viene de redes sociales) y a esa pantalla (sobremesa, portátil, netbook, table, smartphone… y, próximamente, TV). Los contenidos son absolutamente independientes de la estructura de la plantilla que se use para presentarlos. Esa plantilla es la que depende del usuario y del contenedor; en este caso, la pantalla.

Esto es importante porque es un posibilidad real: mostrar contenidos “relacionados” con el tema del artículo a alguien que venga de una búsqueda o mostrar entradas recientes o comentarios de gente a quien venga procedente de una red social. Es un ejemplo, nada más… Y no sólo es ‘responder’ a la resolución de un contenedor o de otro; sino responder con unos contenidos u otros.

Los contenidos son las cosas (texto, imágenes, infografías, presentaciones, fotos) que el cliente quiere mostrar a sus clientes; a su vez. Esos contenidos se alojan en el servidor de nuestro alojamiento (a su vez II… la venganza) web; en la base de datos o en algún tipo de estructura de directorios. Cuando un usuario entra en esa página de la web, el servidor responde con un código HTML y otras cosas que ya trataremos en su momento. Este código responde a un programa de ordenador, normalmente escrito en PHP u otro lenguaje, que recoge información de la base de datos o de esa estructura de directorios y los coloca de alguna cierta manera más o menos vistosa. Esto es así para este blog o para una ‘tienda on-line’.

La pregunta es evidente. ¿Qué pasa si no hay contenidos? Pues pasa lo que veis. El susto morrocotudo de un cliente que acaba de recibir el correo que a lo mejor llevaba días o semanas esperando: “Su página ya está en la red”.

Su página “ya está en la red” significa que su plantilla, que cuando se ‘vendió’ como tal era tal y como se ve aquí, ya está operativa en el hosting vinculado a su dominio, ha pasado todas las pruebas y se encuentra en estado plenamente operativo.

Vale, pero… ¿y mi web? Pues su web, por si no se había enterado usted, se la va a tener usted que ir haciendo poco a poco. Es decir: la base de datos de la que tira la plantilla está “vacía”. Las imágenes que hemos usado para verificar el diseño y el correcto funcionamiento no son “contenidos” de su web. No son nada.

Poco a poco, a través del escritorio del que se disponga (el famoso “back-end” tanto o más importante que lo que ve el usuario) se tendrán que ir creando y subiendo las cosas que realmente atraigan a la gente: la ‘tiendo on-line’ o la explicación de como ganar 1.000.000 invirtiendo 300. ¿Su logotipo en la esquina superior izquierda? Sí… por supuesto. Tiene que ir usted a “Administrador -> Apariencia -> personalizar Cabecera -> Subir Imagen”… y ojo, porque esa imagen tiene que ser de 864x233px por narices. ¿Que no sabe usted hacer esto? Pues… No lo quería decir pero muchas veces es mejor tener un motor gratuito, una plantilla gratuita, un poco de conocimiento y gastarse los dineros en otras cosas. Es todo un poco de planificación y saber para qué se quieren las cosas; que posibilidades dan y que exigencias tienen. Es algo que deberían enseñar en los Institutos y resulta que todos las aprendemos dándonos cabezazos con las paredes.

Ahora viene la pregunta del millón: Si se ha gastado usted XXX en su “web”… ¿cuánto pensaba gastarse en esos “contenidos”? Porque la calidad de esos contenidos es lo que va a valer para justificar la calidad de su web; no el diseño de su plantilla (que también). La calidad del texto, de las fotos o del vídeo; será lo que le proporciones relevancia, tanto social como ante google; el Rey Midas de todo esto.

Gastar en contenido no es ninguna tontería. Piensa que ese contenido puede ser reutilizado y aprovechado para muchas más cosas: un flyer, un vídeo cosporativo o una presentación. Tener unas fotografías de calidad en un lugar de otras tomadas con un móvil. Tener unos textos con SEO pero que no lo parezca por si podemos aprovechar algo para alguna parte del Plan de Empresa…