Aprendiendo a Emprender Empresarialmente

“Sólo sé que no sé nada” es un paso fundamental en el entendimiento humano. Sócrates, con esta fina paradoja, ha dicho la primera y la última palabra.

Cuando uno se decide a emprender, bien porque lo tiene como objetivo en su vida o bien porque no le queda más remedio, se enfrenta a un reto descomunal. Descomunal, lo primero, porque no lo sabe. Existe una total falta de formación al respecto; al menos, en el común de los mortales.

Cierto que existen numerosos puntos de asesoramiento públicos: Municipios, Cámaras de Comercio, Instituciones y Secretarías de las más diversas Consejerías Autonómicas y Ministerios; y privados: Asociaciones de todo tipo, asesorías privadas, centros de formación…

A ellos puede acudir el ’emprendedor’ con su idea (e, incluso, sin ella) y será informado de todo lo necesario para constituirse como empresa, como autónomo, de las ayudas, los cursos o talleres a los que puede optar. Incluso recibirá asesoramiento sobre como redactar un Plan de Empresa y solicitar financiación con él.

Eso es ‘lo fácil’. Existe una rígida normativa fiscal (sobre todo), laboral y empresarial que hace que las cosas, hasta ahí, sean de un modo. Puede haber muchos caminos para llegar al mismo sitio: pero sólo hay un sitio al que llegar.

Lo difícil es encontrar asesoramiento sobre ‘lo difícil’. Y eso tan difícil no es otra cosa que la triple-pregunta: ¿A quién quieres vender qué; y cómo?

Eso es el márketing… y no hay asesoramiento ‘general’ en márketing. Cierto es que las Asociaciones de Empresarios y otras iniciativas con patrocinio de marcas, fundaciones o instituciones del Estado; se encargan de organizar periódicamente seminarios, charlas, congresos y cursos de todo tipo. Pero no hay asesoramiento ‘general’ sobre márketing. Aprovechar esos eventos depende, sobre todo, del emprendedor y también, un poquito, del mentor de turno; que puede interesarse por todos los proyectos presentados, por alguno, por el tuyo o por ninguno.

¿Cómo puede asesorarse el emprendedor en esa triple-pregunta? ¿Cómo puede generar dudas sobre el márketing?

No se trata de dar con las soluciones (que también…) sino de tener los conocimientos suficientes como para generar dudas y saber dónde buscar las herramientas necesarias para trabajar en esas soluciones. Y si descubre al final que no hay soluciones, poder vivir más seguro con las dudas que en la ignorancia; porque, al menos, podrá tenerlas en cuenta.

Como aquel: “sólo sé que no sé nada”.

¿Vale de algo un Plan de Empresa con su previsión de ventas a dos años vista si no hay ‘dudas’ sobre el márketing?

La realidad es que no. Un Plan de Empresa sólo es una previsión construida sobre un determinado formato estándar. Vale en cuanto que las previsiones tienden a cumplirse o no. En cuanto sale un ‘que no’ hay que improvisar sobre la marcha; y esa improvisación es más fácil (o mejor dicho: más manejable) sobre el marco de un Plan de Empresa.

Pero sobre la triple-pregunta: ¿a quién quieres vender qué y cómo?; no hay improvisación posible. No es una previsión, es un modelo (un modelo de negocio); y tiene que cumplirse siempre porque de otra manera se está condenado al desastre… o a inventar otro modelo.

El problema es que el “asesoramiento al emprendedor” se entiende como un “ahórrate unos euros de gestoría”; cuando un buen asesoramiento fiscal, laboral, contable y legal podría ser (casi seguro que lo es) “búscate una buena gestoría”.

Para el márketing no hay ‘gestoría’ que te puedas ahorrar. Arrancar una labor de marketing en una agencia puede venir costando entre 2.000 y 20.000€/año; independientemente del modelo de negocio que quieras desarrollar. Como ya apuntamos en otro post, si quieres esperar ROI, casi es mejor que apuntes hacia el de 20.000 que hacia el de 2.000: ¿dónde está la frontera entre la inversión y el gasto? 2.000€/año en márketing es un gasto (segun modelos… estamos generalizando, ojo): con una cantidad baja nunca podrás generar movimiento suficiente como para recuperarla… y mucho menos para sacarle rentabilidad. Hay que establecer ese límite y respetarlo. Luego podremos intentar forzarlo pero no conviene.

El caso es que las cantidades son estratosféricas para los emprendedores, normalmente autónomos o microempresas. Entonces, a estos, ¿qué les queda?

Posibilidades:

• Búscate un socio que realmente sepa
• Fórmate… es básico
• In-Fórmate: lee libros, busca blogs, comenta, pregunta…
• Participa en todos los eventos que puedas y fíjate cómo lo hacen los demás: todos; los que lo hacen bien y también los que lo hacen mal.

Y, si aún así sigues sin tener dudas, llámanos… resolveremos encantados las que tengas y te proporcionaremos muchas nuevas por el mismo precio