No tan fácil como una ‘tienda on-line’
Hemos recibido un encargo especial. Un cliente ha abierto una tienda on-line hace unos meses. Contrató los servicios de un proveedor bastante conocido y varios de sus productos premium: SEO, optimización para redes sociales, pasarela de pago… La mecánica es correcta: no más de tres click por compra, fotografías correctas, buena disposición y categorización de productos.
Recibe visitas; pero no pedidos. Y es eso: cuatro clicks y ya está. Ir metiendo los productos en sus categorías, sus fotos, sus precios, sus decripciones, sus datos técnicos, sus garantías… -> cero pedidos.
Un mal diseño
Para empezar, la página parece un collage de cosas: una serie de elementos superpuestos que no acaban de cuajar. Cuando se presentan los productos, podrían estar allí o en cualquier otro lugar. Y estamos hablando de una tienda especializada con un montón de productos; que se gasta su buena cantidad de dinero en catálogos y en buzoneos. Eso no puede pasar. Tienen que haberse dado cuenta de que aquello no puede presentarse así.
Tanto la maquetación como las descripciones de los productos necesitan de más precisión. Esto es una de las dolencias principales de las plantillas que ofrecen los servicios ‘tienda on-line’… pero, aún así, una maquetación bien llevada puede aprovechar mejor las características de cada plantilla. Es así; aunque sea el mundo al reves.
Por otro lado, se debe pensar en una forma más potente de promoción para la página. Ayuda mucho, por ejemplo, el mantenimiento en paralelo de un blog en que se explique cómo se fabrican los productos, como se usan, para qué o trucos para sacarles el mayor rendimiento. Todo ello con imágenes que, como es lógico, tienen que ser originales y del producto en cuestión: su aspecto, su marca, su uso… valorar el uso de vídeos, de aplicaciones interactivas; todo aquello que se pueda mover a través de redes sociales vale. Todo esto tiene un coste que hay que tener en cuenta: no todo es Google AdWords.
Y hablando de AdWords, recordar también que conviene, y mucho, que los anuncios de AdWords se separen, por ejemplo, por producto; y que cada producto cuente con su propia página de aterrizaje desde este tipo de publicidad; teniendo en cuenta el público objetivo de cada uno de esos productos en cuanto a segmentación por edad, por gustos, por usos de internet o redes sociales e, incluso y fundamental, por idioma.
No innoves: copia… innovar es sólo para los más grandes
Antes de empezar a pensar en que te lean hay que leer… y mucho. Alguien que quiera montar una tienda on-line tiene que tener una experiencia grande en el manejo de este tipo de herramientas, sobre todo, desde el punto de vista del cliente.
Quien nos quiera decir qué tienda on-line hacer y qué no hacer tiene que haber comprado de todo a través de internet. Ser capaz de razonar qué plataforma es mejor y cual es menos mejor. De si se ha hecho con Magento o con Prestashop ya nos encargaremos nosotros. Lo que necesitamos saber es si cuando pagó parecía que la cosa iba bien o no… eso es lo fundamental.
Si el cliente nos dice cuáles son sus cinco páginas de venta on-line ‘de cabecera’ y por qué, podemos cobrarle, aproximadamente, la mitad… y no es broma. Tal es el ahorro de tiempo que eso nos supone. Vemos qué es lo que hacen los demás, apuntamos los movimientos que han hecho en el último año, cuales han sido sus argumentos, que temática han escogido, cómo han acometido la fidelización de sus clientes, dónde han buscado nueva clientela… eso son los datos que realmente valen.